Trump, Ramaphosa y el Poder Blanco


Una vez más, Trump se portó como el energúmeno que es y tendió una emboscada al presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, afirmando que el país vivía un verdadero genocidio de blancos. Muchos comentaron sobre el descaro de Trump de hablar sobre un genocidio ficticio en Sudáfrica mientras su aliado, Israel, lleva a cabo uno en tiempo real cada día en los noticieros. Trump usó imágenes de la República Democrática de Congo, un país a más de 4.500 km de distancia, para demostrar que mataban a blancos en Sudáfrica. Trump también mintió sobre la cuestión de tierras en el país acusando al gobierno de robar las tierras de los blancos, cuando la verdad es que los blancos siguen siendo los dueños de la mayor parte de las tierras del país.

 

Valga decir que Ramaphosa se defendió a medias y sólo a medias, pues detrás de la nueva legislación en la materia se esconde el fracaso del proceso de paz a la hora de resolver la cuestión de la tierra. Cuando se puso fin al régimen de Apartheid, el país era uno de los más desiguales en el planeta y los blancos eran propietarios de la mayor parte de las tierras agrícolas. Alrededor de 60.000 blancos eran dueños de 86% de todas las tierras agrícolas, unos 82 millones de hectáreas.[1] La reforma agraria propuesta por el Congreso Nacional Africano (CNA) en su Libro Blanco de 1997 era una reforma por el mercado, es decir la venta y compra voluntaria, con alguna ayuda del gobierno, sin que el gobierno sea el comprador.[2] También los negros podían pedir la restitución de las tierras arrebatadas por leyes racistas desde 1913. Montaron toda una burocracia de tierras, algo parecido a lo que existe en Colombia, Tribunales de Tierras donde todos los que se registraron pudieron presentar su caso con tres posibles resultados, bien la restitución de la tierra, entrega de tierras alternativas o una indemnización financiera. En 1992, el CNA había presentado un documento en que ellos abogaron por la expropiación de las tierras y otros mecanismos que no dependieran de un mercado de tierras. Pero para 1997 ellos ya aceptaron el discurso neoliberal y adoptaron el mercado de tierras como la base de su política.[3]

 

Inicialmente el gobierno del CNA prometió entregar en el lapso de cinco años 30% de las tierras agrícolas en manos de los blancos a negros.  Pero se iba dilatando. Para marzo 2011, habían entregado 6.27 millones de hectáreas y de eso, 45% no eran de una reforma agraria, propiamente dicho, sino de la restitución de tierras.[4] El gobierno no sólo fracasó en cuanto a la tierra sino en todo. La desigualdad aumentó desde la caída del Apartheid. El Gini[5] aumentó luego del final del Apartheid en 1994 y ahora se ubica en 0,67, haciendo del país el más desigual en el planeta en cuanto al ingreso, donde apenas 3.500 personas tienen 15% de toda la riqueza del país.[6]  También tiene una alta concentración de tierra. “En la actualidad 72% de las fincas agrícolas pertenecen a individuos blancos, quienes representan 7.3% de la población mientras los africanos negros constituyen 81.4% de la población y son dueños de apenas 4% de la tierra.”[7]

 

Los blancos siguen siendo los dueños de la tierra y la clase media negra mediante programas como el BEE (Empoderamiento Económico Negro) lograron llegar a acuerdos con esos blancos y las empresas del sector agrícola para integrarse en la economía neoliberal, el mal llamado capitalismo blanco y Sudáfrica se convirtió en un país líder en el sector agroindustrial del continente. En 2015, de las 10 empresas agroindustriales más grandes del continente, ocho eran de Sudáfrica.[8]

 

Ramaphosa mismo es un ejemplo por excelencia de los nuevos empresarios de Sudáfrica, los otrora luchadores contra el capitalismo quienes hoy día se lucran de la sangre y sudor de los que antes eran los militantes de base de las organizaciones que ellos dirigían. Entre 1994 y 1998 él acumuló un patrimonio de más de 40 millones de Rand[9] (unos 8 millones de dólares en ese entonces) y terminó siendo un hombre extremadamente rico (unos 700 millones de dólares) gracias a sus controvertidas inversiones y adquisiciones en el sector minero, además de ser el dueño de la franquicia de McDonalds en el país. El otrora dirigente del sindicato nacional de mineros (NUM) se convirtió en un magnate del sector. En 2012 la policía asesinó a 34 mineros en medio de una huelga en Lonmin, una de las empresas donde fungía como director, siendo propietario de 9,1% de ella.[10] Y como en los tiempos del Apartheid, la Comisión Farlam, encargada de investigar la masacre de Marikana, no encontró culpables. ¡Ninguno! La sangre se lava de las manos de un capitalista negro con la misma facilidad de un capitalista blanco.

 

Cuando asumió la presidencia del país no se habían hecho mayores avances en cuanto a la reforma agraria en el país. El incumplimiento de las promesas de la transición y del programa político del CNA les costó apoyo electoral. Tanto que ahora gobierna a las masas negras con el apoyo de un partido de los blancos, el grupo Alianza Democrático, un partido de la derecha que se opone tajantemente a cualquier expropiación de tierras sin indemnización y en la práctica no quiere mayor cambio en la política de tierras.

 

Es en este contexto que Ramaphosa lanza su nueva campaña y su nueva ley de tierras. Dicen los del CNA que quieren implementar la Carta de la Libertad, pero no es cierto. Mandela mismo descartó eso en su discurso en Davos.[11] No se refirió explícitamente al documento, pero nunca volvió a hablar de la nacionalización de recursos, como las minas y la tierra. La ley de Ramaphosa propone varias medidas que ya existen en casi todos los países capitalistas, la expropiación de propiedades, con indemnización, para propósitos públicos o cuando hay un interés público, es decir la compra obligatoria o como dicen en los EE.UU. el corazón del capitalismo, el dominio eminente. Esas normas existen en casi todo el mundo. Como es el caso en muchos países capitalistas también incluye elementos para reducir el monto de la indemnización o no pagarla.

 

Otra cosa es creer que Ramaphosa pretende hacer lo que el CNA nunca quiso hacer desde el primer gobierno. No quiere pelear con el llamado capitalismo blanco pues sabe que el llamado capitalismo negro es lo mismo y uno depende del otro. Lo de Ramaphosa es una maniobra de relaciones públicas para fortalecer un CNA debilitado y desprestigiado ante el público.  Seguramente habrá más iniciativas de esta naturaleza. Pero los fantasmas de Marikana nos dicen que este traidor no piensa hacer nada para las masas negras del país. Trump habla de un genocidio que sólo existe en la cabeza enfermiza de Elon Musk y de un robo de tierras que Ramaphosa no quiere. Si robara las tierras de los blancos ¿con quién sorba coñac luego? El poder blanco aún manda en Sud África Domina la economía en alianza con la ya no tan nueva burguesía negra, los apparatchiks negros que controlan el andamiaje del Estado y la creciente presencia del capital extranjero.

 

Todos reconocemos a Trump por el enemigo e idiota que es. El problema es que a veces reconocemos a los que él ataca como amigos cuando en realidad son los mismos enemigos de siempre, salvo que son algo más inteligentes, cultos y refinados.  Cyril Ramaphosa cuando era dirigente sindical dijo “No existen burgueses liberales.  Todos son iguales. Usan métodos fascistas para destruir la vida de los trabajadores.”[12]

 

La sangre obrera se lava de las manos de todos los capitalistas, negros, blancos, rusos, árabes o gringos: Ramaphosa en Marikana o Trump en cualquier lado. Los blancos en Sudáfrica, los Elon Musk no tienen razones para temer a su amigo Ramaphosa, a pesar de las idioteces de Trump.

 






[1] Lahiff, E. & Li, G. (2012) Land Redistribution in South Africa: A Critical Review. WB.p.3 https://openknowledge.worldbank.org/server/api/core/bitstreams/28ccc35a-31cd-58ba-8d0e-1b65b74b275c/content

[2] Ibíd., p.5

[3] Ibíd., p.8

[4] Ibíd., p.9

[5] El Gini es una medida de desigualdad, 0 = igualdad absoluta y 1 desigualdad absoluta.

[6] Valodia, I (2023) South Africa can’t crack the inequality curse. Why and what can be done. https://actsa.org/the-facts-land-reform-in-south-africa/

[7] Actsa (19/02/2025) The Facts: Land Reform in South Africa. https://actsa.org/the-facts-land-reform-in-south-africa/

[8] Véase ACB (2015) Africa an El Dorado for South Africa’s Agribusiness Giants. https://safsc.org.za/wp-content/uploads/2015/09/SA-Agribusiness.pdf

[9] Bond, Patrick (2000) Elite Transition: From Apartheid to Neoliberalism in South Africa, London & South Africa, Pluto Press and UNP, End Note No. 7, Chapter 2 page 266.

[10] El documental Miners Shot Down se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=g2GbCoKioEs en inglés

[12] Citado en Miners Shot Down.

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